El Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero del Instituto de Ecología A.C., acreditado desde 2023 por Botanic Gardens Conservation International (BGCI), como un jardín botánico de clase mundial por cumplir con los más altos estándares internacionales en el uso, manejo y gestión de su colección de plantas vivas, participa en la diseminación del Estándar Global de Biodiversidad (TGBS por sus siglas en inglés) y es  la sede del Hub-México, formado por un grupo de asesores especialistas certificados para medir y evaluar los diferentes proyectos de restauración de la diversidad biológica local. El TGBS fue presentado en la COP 16, en Cali, Colombia, en noviembre de 2024. En el continente americano Brasil, Argentina, Colombia, Perú y ahora México son países que ya cuentan con un hub del TGBS.

El Estándar Global de Biodiversidad es un modelo de evaluación que establece un marco riguroso para medir y maximizar el impacto positivo sobre la biodiversidad en los proyectos de restauración ecológica. Es el primer estándar internacional que reconoce, promueve y garantiza la protección, y la mejora de la biodiversidad en distintos proyectos de la restauración, a través de una certificación que evalúa y fomenta buenas prácticas agroforestales y de plantación de especies de árboles que protejan y fortalezcan la diversidad biológica de manera eficaz. 

El TGBS busca, entre otros propósitos dejar claro que la reforestación masiva de cualquier sitio, utilizando pocas especies de árboles exóticos, producidas a un costo mínimo NO ES la solución al cambio climático ni a la pérdida de biodiversidad SINO que es necesario establecer soluciones y mejores prácticas basadas en las características de cada sitio, de largo plazo y que tomen en cuenta los conocimientos locales y académicos, es decir, dejar claro que se debe hacer restauración de la biodiversidad en beneficio de las comunidades y la biodiversidad original, empezando con utilizar la mejor especie de árbol para cada sitio en particular.

Las grandes campañas de reforestación que año con año tienen lugar, fomentadas por los gobiernos o por organizaciones de la sociedad civil, a pesar de la gran publicidad mediática y los discursos ambientalistas que las enmarcan, no dejan de ser únicamente buenas intenciones que no tienen buenos resultados reales porque su principal indicador es el número de árboles plantados, además de que usan de 1 a 3 especies de árboles, generalmente no nativas, los cuales al establecerse (si lo logran), desplazan a la biodiversidad nativa, reduciendo la captura neta de dióxido de carbono y acelerando las extinciones locales. En cambio, no se evalúan ni se miden los impactos positivos sobre la biodiversidad local y rara vez se les da seguimiento.

El TGBS se opone además a las prácticas de “greenwashing” (“lavado verde”), una estrategia de marketing que atrae clientes aprovechando la creciente consciencia ambiental de los consumidores, pero sin impactos reales ni positivos sobre la diversidad biológica. Un ejemplo de esta práctica sería la ejecución de una gran campaña para la reforestación masiva de un potrero vinculado a un bosque de niebla en la región de Xalapa, promovido por una empresa trasnacional de bebidas, utilizando miles de pinos de únicamente dos especies nativas del estado de México, con un alto componente de publicidad de sus productos “ecoamigables” en todos los medios.

La metodología TGBS identifica ocho criterios clave para favorecer resultados positivos para la biodiversidad:

  1. Seleccionar lugares adecuados para mejorar la biodiversidad nativa.
  2. Mejorar la protección de los hábitats y su biodiversidad existentes.
  3. Proteger, restaurar y manejar la biodiversidad en asociación y consulta permanente con las comunidades y actores locales.
  4. Maximizar la recuperación de la biodiversidad mediante un enfoque de restauración de los ecosistemas. Esto va más allá de las campañas de reforestación masivas.
  5. Evitar y reducir la presencia de especies invasoras o potencialmente invasoras.
  6. Priorizar el uso de especies nativas, amenazadas y raras.
  7. Promover la biodiversidad y la capacidad adaptativa de las especies y ambientes ante el cambio climático.
  8. Un monitoreo riguroso, evaluación y manejo adaptativo de la biodiversidad.

Para conocer más acerca del Estándar Global de Biodiversidad, visita la página https://www.biodiversitystandard.org/