Planta del mes 

SEPTIEMBRE

Falsa violeta africana

Streptocarpus saxorum

En esta ocasión presentamos una vistosa, pero poco utilizada, planta ornamental: la falsa violeta africana, cuyo nombre científico es Streptocarpus saxorum.

La falsa violeta africana es una especie perteneciente a la familia Gesneriaceae, a la que pertenecen las verdaderas “violetas africanas” (del género Saintpaulia), las muy populares “glacinias” (Gloxinia spp.) y la epífita Columnea schiedeana, muy común en los árboles del Jardín Botánico Clavijero y del Santuario del Bosque de Niebla.

El género Streptocarpus es nativo del sur de África y Madagascar, aunque unas pocas especies son asiáticas. Su nombre deriva de las palabras griegas “streptos”, torcido o retorcido, y “karpos”, fruto, aludiendo a que sus pequeños frutos (cápsulas) están retorcidos en espiral. En cambio, el epíteto específico saxorum procede del protoitálico “sax, saxum”, roca, rocoso, referido a que, en vida silvestre, esta especie crece en laderas rocosas, grietas o acantilados, ya que necesita luz directa del sol, aunque sus semillas pueden germinar y crecer casi en cualquier sitio. 

El género Streptocarpus fue descrito por John Lindley y publicado en Journal of Botany, British and Foreign 49: 188. 1911.

La falsa violeta africana es una herbácea perenne que forma matas compactas. Se caracteriza por tener tallos rastreros, carnosos, muy ramificados y leñosos en la base, con hojas de 5 a 8 cm en promedio, dispuestas en roseta o unifoliadas, en grupos 3, gruesas y en su mayoría elípticas y con vellosidades en haz y envés.

 

 

Sus atractivas y numerosas flores crecen dispuestas en inflorescencias axilares y tienen forma de trompeta con tamaño de 3 a 5 cm. Poseen 5 sépalos pequeños, con pequeños pelos la parte externa y en el interior, estos últimos glandulares. La corola mide de 3-4 cm de longitud y es de un vistoso color violeta, muy semejantes a las verdaderas violetas africanas. Su mayor floración ocurre en primavera y verano, pero en regiones tropicales con inviernos suaves, puede florecer todo el año. Los frutos son cápsulas alargadas, retorcidas, de 3-5 cm de longitud y unos 3 mm de diámetro.

En cultivo requiere suelos bien drenados, combinando arena con materia orgánica. Se propaga fácilmente por semillas y esquejes.

En el Jardín Botánico Clavijero puedes conocer a esta planta en el Jardín Formal y a sus parientes silvestres en la sección de bosque de niebla.