SEPTIEMBRE
Arete enredadera, campanita de duende
Bomarea hirtella
Muchas de las plantas que crecen en las orillas del bosque y de los senderos del Jardín Botánico son trepadoras, también llamadas bejucos. El arete o campanita de duende (Bomarea hirtella) es una de estas plantas, pues se trata de una especie de trepadora, con btallos largos que alcanzan hasta 10 metros de largo y no tienen ramificaciones. Posee hojas largas, algunas de hasta 16 cm, con forma de punta de lanza y elípticas y con nervaduras longitudinales. Curiosamente, en las hojas, el haz (es decir el anverso) posee pequeños pelos, por lo que se dice que es pubescente; en cambio en envés (o sea el reverso) no los tiene y, entonces, se dice que es glabro.
Las flores de la campanita de duende se forman en inflorescencias en los extremos de los largos tallos. Estas inflorescencias forman racimos de racimos (llamados umbelas) con flores anaranjadas, rosadas, incluso casi rojas, a veces manchadas de colores pardos, pero siempre con forma de campana. Sus flores son hermafroditas y, por lo tanto, poseen órganos masculinos y femeninos en la misma flor. Atraen a una gran cantidad de polinizadores, destacando abejas y mariposas. Sus frutos son cápsulas, también ubicados en el extremo de los largos tallos. Por sus características trepadoras y los racimos de flores, es una especie con potencial para ser utilizada en la horticultura ornamental, pero aún falta generar el suficiente conocimiento para conocer los requerimientos para ser cultivada.
En cuanto a su nombre científico, se conoce que el género, Bomarea, fue descrito por Charles-François Brisseau de Mirbel en 1802, quien lo dedicó dedicado al botánico y farmacéutico francés Jacques-Christophe Valmont de Bomare (1731-1807). El nombre de la especie, hirtella, hace referencia a la pubescencia de haz de sus hojas.
En condiciones silvestres, Bomarea hirtella es una especie endémica de Veracruz, donde crece en los bosques de niebla, selvas tropicales lluviosas y en la vegetación secundaria de estos, particularmente en zonas de bordes. Recorre el Jardín Botánico Clavijero y el Santuario del Bosque de Niebla; estamos seguros de que te encontrarás con el arete enredadera y podrás apreciar su esplendor.